Los beneficios del ozono son múltiples, sus propiedades desinfectantes y eficaces lo hacen un gas apetecido en los hogares, hoteles, hospitales, industria alimentaria, entre otros.
El uso de ozonificadores industriales en la higiene alimentaria, además de garantizar la seguridad y conservación de los alimentos, supone un gran ahorro en los costes de estas actividades.
Ozono, una gran solución
El ozono se presenta como una de las mejores soluciones para la higiene alimentaria, según el Dr. Jørgen Schlundt, director del departamento de Inocuidad de los Alimentos, Zoonosis y Enfermedades de Transmisión Alimentaria de la OMS «La inocuidad de los alimentos es una cuestión que preocupa a todos los países y, en última instancia, a todos los consumidores. La adopción de medidas más estrictas puede ayudar a los países a colmar las lagunas de garantía de la inocuidad en el a veces largo trayecto que los alimentos recorren desde la granja hasta llegar al consumidor» Así que resulta de vital importancia la correcta desinfección en los alimentos y todos los dispositivos que hacen parte de la cadena de producción y distribución.
¿Por qué usar el ozono para la higienización de los alimentos?
- Reducción de carga bacteriana.
- No es tóxico.
- Es una solución sostenible.
- Ayuda a la conservación de los alimentos.
- Su uso está regulado.
- Elimina olores indeseados.
- Eliminación de plaguicidas.
- Evita o disminuye la pérdida de peso.
1. Reducción de carga bacteriana: el ozono elimina eficazmente todos los microorganismos nocivos para la salud y vida humana. Reduce la carga bacteriana, no solo en los alimentos, como vegetales y carnes, sino en los recintos, superficies y utensilios utilizados para la producción, transformación y distribución alimentaria, manteniéndolos en las condiciones ideales.
2. No es tóxico: el ozono es un gas inocuo que, después de actuar, no deja residuos tóxicos en el proceso de desinfección y, al ser indoloro, no cambia el sabor de ningún alimento.
3. Solución sostenible: usar ozono en la higienización alimentaria reduce entre un 60 % y 70 % el consumo del agua, asimismo, disminuye considerablemente la producción de residuos, impactando así de manera positiva el medioambiente.
4. Conservación de los alimentos: el ozono impide la multiplicación de los microorganismos que causan la descomposición de los alimentos, por esto, se recomienda su uso para la conservación de estos, sin alterar su calidad.
5. Regulación: su uso en el continente europeo y en países como Estados Unidos, ya está regulado, así que su utilización es segura y cumple con todos los estándares para tratar correctamente los alimentos. En 1997 la U.S. Food an Drug Administration (FDA) lo reconoció como un gas seguro (GRAS: Generally Recognozed As Safe) y, en 2001, este mismo organismo aprobó la normativa de su uso en la industria alimentaria.
6. Eliminación de olores indeseados: el ozono tiene la capacidad de eliminar todo tipo de olores, ya que, además de acabar con las bacterias que los producen, oxida la materia orgánica que los origina.
7. Eliminación de plaguicidas: gracias a su efecto desinfectante, al tratar los alimentos con ozono se eliminan los residuos de sustancias tóxicas como los plaguicidas, ayudando a conseguir alimentos más seguros y aptos para el consumo.
8. Evita o disminuye la pérdida de peso: el ozono evita la pérdida del peso neto de los alimentos y sus propiedades mientras estos están almacenados.
La aplicación del ozono en la industria alimentaria es amplia, se utiliza en las cámaras frigoríficas, en la conservación de los vegetales, es un gran aliado en la industria cárnica y pesquera, ya que destruye bacterias, mohos y demás microorganismos nocivos sin importar la temperatura a la que se encuentren, Además, es clave en el proceso de maduración de quesos, entre otras.
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